domingo, 4 de mayo de 2014

May the 4th be with you

   No puedo dar plena garantía de que lo que voy a contar sucedió tal y como digo que sucedió, pero todo parece indicar que fue en 1982, dado a que muchas de las cosas abajo mencionadas se conseguían en abundancia sólo antes del tristemente célebre Viernes Negro (18 de febrero de 1983). Sin embargo, eso implica ya de entrada el primer escollo metodológico, porque entonces yo, que nací a comienzos de 1979, tendría sólo 3 años de edad... ¿Hasta qué punto uno conserva recuerdos de tan tempranos años? No tengo ni idea, pero podría explicar entonces porqué la anécdota está compuesta nada más que de imágenes fraccionadas y recuerdos borrosos.

   Por fortuna, nada de lo anterior importa realmente, lo importante es que en un día cualquiera de mi muy-temprana infancia -imagino que algún sábado- fui con mi mamá a un bazar chino que quedaba en el Centro Comercial Cada de La Florida en donde, mientras ella era atendida, yo me quedé viendo unos juguetes que pendían de un mostrador giratorio. En dónde ocurrió todo y por qué estábamos ahí no lo recuerdo yo, obviamente, lo sé porque me lo contó ella, mi mamá, pero yo sí recuerdo que los juguetes en cuestión eran “figuras de acción”, muñecos antropomórficos con nombres y roles específicos y que pertenecían a una colección muy de moda por aquel entonces: Star Wars. Había varios con diferentes formas y todos me parecían súper atractivos, fascinación ésta que se me debe haber notado en la cara, porque mi mamá se decidió a regalarme uno de inmediato pero dejándome a mí que escogiera. En mi cabeza persiste el recuerdo de darle vueltas al coso aquel de donde pendían los juguetes, de esos blancos, giratorios y que por mi tamaño se extendía hasta el cielo, y quedarme fascinado por lo atractivo de los muñecos. Uno era verde (Greedo), otro marrón con azul y bastante grotesco (entonces llamado Hammerhead pero que luego llamarían Momaw Nadon) y otro, también marrón, que fue el que finalmente escogí. Según cuenta aún mi mamá, yo sólo dije “el monito, mami, quiero el monito...” para referirme al muñeco que resultó ser el wookiee Chewbacca.