viernes, 23 de enero de 2015

Y finalmente llegó el día...

Tomado de DeviantArt.com. Es un poco dramático, pero me gustó.
Y finalmente llegó el día en que entendí
lo liberadora que puede llegar a lucir la muerte.
Entendí que no tiene que ser un castigo.
Entendí porqué tanta gente la escoge y
aprendí a perdonarlos. Ya no los odio.
Ahora los entiendo y compadezco.

Tarde, peros seguro.

sábado, 3 de enero de 2015

Sueños del 3 de enero

   Esta mañana soñé que de nuevo era alumno en el último año del colegio y, al llegar, me encontraba con la sorpresa de que la baranda del pasillo que conducía a mi salón había sido removida, por lo que no existía nada que lo protegiera a uno de caerse en caso de resbalar o acercarse mucho al borde.

    Al entrar al aula -tarde, como siempre-, un profesor que no reconocí -mi cerebro inventó un maestro genérico para la ocasión- dijo "Lo bueno de esto es que si se pone fastidioso, podemos hacer así con Sebastián" y acto seguido arrojaba un cojín de colores -con patrones como lo que tenían mis padres cuando nací- por el borde y hacia el suelo, dos pisos más abajo, y como si lo hubiese entendido a manera de orden, se paró Pablo Abreu -quien, curiosamente, no estudió conmigo el bachillerato en el Friedman, sino la primaria en el Michelena- dispuesto a lanzarme por el mencionado borde, ante la risa de todos, sin que nadie saliera a defenderme.