ADVERTENCIA: pese a que hice algunas pequeñas ediciones, traté de dejar el texto lo más parecido posible al estilo breve y ligeramente inconexo que el formato Twitter impone.
Hay
muchas cosas que criticar en el ya famoso corto-documental "Caracas ciudad
de despedidas", pero más de orden técnico que de contenido: el documental
abusa de la cámara en mano, los interludios musicales, los montajes rápidos y
demás novatadas; todas estas cosas, propias del entusiasmo inmaduro de
realizadores sin mucha experiencia, pero por sobre todo, poco criterio y es ese el principal defecto que le veo al
corto: ¿cuál era el propósito de los realizadores? ¿Un Mockumentary? ¿Una denuncia? Y si es una denuncia: ¿CUÁL es la
denuncia? ¿La emigración de los más preparados y pudientes? ¿La vacuidad
argumental de nuestros jóvenes? Pero el video sí tiene algo que me gusta,
derivado justamente de la falta de criterio que le critico: sinceridad. O así
me parece.
Lo
digo porque, para mí, estos chamos no
están actuando. Lo sé porque he conocido mucha
gente así. Con esos criterios, expresiones. A mi amigo Diego, por ejemplo,
se le han ido más amigos que a mi, todos argumentando cosas iguales o peores
que las del video.
Y es
que lo argumentado por los protagonistas del documental es muy válido, pero
todos lo ignoran y sólo critican el estilo de los mismos, cosa que levanta la
sospecha sobre lo que critiqué al principio: ¿Qué querían los realizadores?
¿Burlarse de los chamos? ¿Exponerlos? ¿Le dijeron a los chamos: "di lo
primero que te venga a la mente, sin ensayos, sin guiones"?
Hemos
visto montones de reportajes y documentales hechos en los barrios o las
cárceles donde aparecen malandros confesando sus delitos -y eso mostrando un
sólo tipo de malandro: el de origen muy pobre. Porque también los hay "de
urbanización"- y cuando vemos esos reportajes nos choca la dureza y
frontalidad con que confiesan tranquilamente su desprecio por la vida, su
resentimiento social.
Y
ante eso solemos quedarnos callados, tragar fuerte, y decir, con la mirada
perdida "que fuerte" o "qué bolas" o "que feo"...
Si
gustan, pueden leer u oír los testimonios de los miembros de Liberados en
Marcha para que se impacten con lo que esta gente llegó a hacer, cosas tales como
llegar a matar por el placer de hacerlo, para que los "respetaran"
(i.e. "temieran"). Leer/oir todo aquello impacta demasiado pero lo
agradecemos, agradecemos el testimonio. Agradecemos que alguien se atreviera a
entrevistar a esta gente, ponerlos a que dijeran la verdad, porque sentimos que
es un reality check que nos baja a tierra y nos recuerda la dura sociedad
en la que vivimos. Los problemas que quedan por resolver. Eso mismo me pasó viendo
Caracas ciudad de despedidas: el
video es malo, es necio es lo que uds. quieran... ¡Pero es sincero!
Es
sincero porque TAMBIÉN es un reality
check, nos guste o no. Esa realidad existe. Esa realidad determina muchas
cosas y no es una ¡Son varias! Es la realidad de los que se van. Es la realidad
del sifrinismo. Es la realidad del choque de clases sociales...
Hay
gente que le critica al video que no nos muestra a los pobres ni a los
necesitados. Pero es que estos no pueden salir, no tendrían cabida porque ellos,
los pobres, no son el grueso de los que emigran de Venezuela.
Hay
gente que le critica al video que salen sólo los dolores
"superficiales" de gente acomodada y con oportunidades, argumento que
me recuerda a cuando te duele mucho una muela y, al quejarte, hay quien te dice
que hay gente que padece cáncer linfático… O como cuando lloras porque tuviste
que sacrificar a tu perro de 15 años y sale alguien y te dice que le mataron a
su primo de 3 tiros o cuando te duele el que se haya muerto Michael Jackson y
alguien pone en Twitter que en África hay niños hambrientos y enfermos. En fin,
toda una cadena moralizadora que termina por hacerlo sentir a uno culpable de
indolencia y banalidad por sus propios pesares.
Creo,
en fin, que lo que nos molesta del vídeo es que nos expone y nos hace sentir
culpables, por años y años de socialización acusadora. Vemos Caracas ciudad de despedidas y pensamos
"Mario Silva Gozará con esto...", por lo que inmediatamente gritamos
"¡No soy así, no soy así! Yo no soy como ellos"…
Pero
yo digo: sí, sí lo somos. Lo que pasa es que no lo diríamos de esa forma. Nos
molesta que este vídeo no pusiera tapujos, que nos revela; es la misma
sensación que sentían los chavistas prudentes, los que saben de política,
cuando oían a Lina Ron. La escuchaban y saltaban a decir "eso no había que
decirlo así. A esa mujer no había que darle el micrófono…”. Se molestaban
porque Lina los exponía en su esencia. Este vídeo nos duele porque nos expone
ridiculizándonos. Muestra una de nuestras caras, revela nuestra
banalidad potencial. Hagamos Mea Culpa.
Yo
crecí en el sur-este de Ccs. Fui a un colegio de gente con real y cosmopolita.
Trabajo en una universidad paga... Conozco el sifrinismo. Pero lo conozco no
sólo porque lo he tocado por dentro, porque lo he denunciado y convivido. Lo
conozco porque yo también soy sifrino. Al menos lo soy para los ojos de muchos.
Al menos lo soy una vez al día. Al menos lo soy para ciertas cosas y tales
gustos.
Mucha
de la gente que se burló de Alicia Machado hace 2 años ni sabe dónde queda
Corea ni sabe tampoco que sí hay dos Chinas
pero se burlaron de ella porque sirvió como chivo expiatorio, porque se atrevió
a revelar la ignorancia de muchos, porque los expuso.
Alicia
Machado fue como cuando jugábamos al escondite y un torpe revelaba nuestro
lugar especial, nuestro descubrimiento secreto. Nos daba arrechera porque a
nosotros nos había costado un mundo montar aquel escondite y nos creíamos
genios por idearlo, para venir luego este pendejo que, con su torpeza, revelaba
nuestra locación, cosa que nos decía sin quererlo "no eres tan genio. No
eres especial".
Así
pasó con Alicia Machado en 2010 y así pasa ahora con Caracas ciudad de despedida. Muchos decimos "yo no hubiese
hablado así..." lo cual es decir al mismo tiempo "Yo hubiese fingido
lo que soy y esos tarados me están exponiendo. Me revelan tal cual". Y eso
¡¡ESO es lo que nos da tanta rabia!!
Anoche
un amigo decía "¿Cómo se les ocurrió sacar esto en año electoral?" Y
esa frase lo dijo todo: este vídeo nos abre un flanco. Este vídeo nos
traiciona. Nosotros imitando ser otra cosa y estos vienen y la cagan. Caracas ciudad de despedidas es a
nosotros, la gente del este de Ccs y opositores a Chávez, lo que José Roberto
Duque es al chavismo. "El peo es de clases" dice el lema de la Misión Boves; Caracas ciudad de despedidas acaba de confirmarlo.
Certeras palabras Sebas, el video es una oda al comportamiento natural cabeza hueca del típico venezolano de las clases pudientes que lejos de perseguir valores trascendentes quiere ser cada vez mas hipster de supermercado.
ResponderEliminarestoy contigo... les dije exactamente eso a mis amigas. Osea hay que asumirse, es la realidad que nos rodea. ES NUESTRA REALIDAD! la gente se pone demasiado intensa y no se da cuenta que lo que estos chamos hicieron fue ponernos en la cara lo que vivimos todos los dias sin darnos cuenta...
ResponderEliminarMuy buenas palabras, Sebastián, como siempre.
ResponderEliminarConcuerdo también contigo, el vídeo es polémico porque sin duda nos tocó una fibra, nos mostró tal cual como somos y nos abre un flanco, pero creo que también no se estás tomando en cuenta que la sincera indignación de muchas personas con el vídeo puede ser que es una repetición ahora en formato de "cortumental" de lo negativo de la venezolanidad, de lo que casi siempre sabemos que somos y nos molesta, porque NO ES LO ÚNICO.
Hace ya más de 30 años, el historiador Augusto Mijares en un libro llamado precisamente "Lo afirmativo venezolano" se quejaba en un ensayo titulado "Los sembradores de cenizas" de ésa gente venezolana que sólo remarcaba lo malo de nuestro país, su cultura, su gente y sobre todo su Historia, olvidando todo lo demás que si era positivo y valía la pena ensalzar y recordar.
Yo me anoto en la tesis de Mijares y por éso critico este documental, porque no me interesa hacer coro a resentimientos de tipo social que apelan gratuitamente a la descalificación de los jóvenes del vídeo, ni nada por el estilo. Como jóvenes que sienten que su futuro se agota y se asfixian en un país que se les hace desconocido, entiendo la crítica, la queja y ¿denuncia? que puedan hacer. Como grupo social, "sifrinitos", "hijitos de papá y mamá", "hipster" o lo que sean, tienen derecho a existir y expresar su punto de vista, lo que no agrada es que su nihilismo pueda convertirse en voz o imagen de todo un sector, cuando la vida de la juventud caraqueña y venezolana de estos tiempos, no es exactamente así. Hay más que mirar, hay también una "otredad"...
De resto, los jóvenes que hicieron este documental, así como los participantes, lograron darle un inusitado impulso al necesario debate que este país reclama en cuanto qué es lo que es realmente como cuerpo social, qué busca o quiere y qué va a hacer de su vida en este momento y años posteriores, más allá del sempiterno tema Chávez-chavismo-antichavismo.
Ojalá el debate coja cuerpo y nos ayude a definir nuevos rumbos.
Estoy de acuerdo con mucho lo que dices. Sin embargo no coincido contigo en que tengamos miedo porque ellos revelen lo que "somos" (con somos me refiero a quienes estamos opuestos a Chavez y estamos descontentos con la situacion del pais). Este video no refleja la realidad de quienes emigran (te puedo hacer una lista muy larga de realidades completamente diferentes). Tampoco todos los que se molestan con el video se sienten "descubiretos", porque no todos estan metidos en la misma caja y bajo la misma etiqueta de ignorantes, sifrinos, ingenuos, etc. Estoy de acuerdo contigo en que el video nos duele porque nos abre un flanco. Nos hace vulnerables a las criticas "del otro bando", quienes de paso tienen el poder y los medio de comunicacion para utilizarlo y alimentar el apoyo de esas masas a quienes queremos convencer de que la realidad del pais es pésima y de que necesitamos un cambio. Yo lo que aplaudo de estos chamos es la iniciativa que no han tenido productores serios y maduros (o a lo mejor si la han tenido pero no se hicieron tan populares porque no habia demasiado que criticar). Es mas criticable el video de ArtePSUV donde una chama se viste de guerrillera y alza un arma para defender la revolucion. Por alguna razon no genero el mismo efecto.
ResponderEliminarSebastián, buen análisis, sin embargo debo decir que no estoy de acuerdo con aquello de “nos expone y nos hace sentir culpables”.
ResponderEliminarRecuerdo que en nuestras clases de psicología social el profesor nos habló varias veces de la “categorización cognitiva”, que no es más que el proceso de simplificación de la realidad que nuestro cerebro hace automáticamente, dado que la cantidad de información a la que nos debemos enfrentar en un entorno social vivo sobrepasa por mucho a la capacidad de cualquier ser humano. Cuando categorizamos, agrupamos a las personas que, según nuestro entender, tienen muchas características iguales, y, por lo tanto, nos parecen “lo mismo”. Este proceso, como pareciera evidente, produce distorsiones en la realidad (metemos manzanas y peras en el mismo saco solo porque las dos vienen de un árbol) y por eso se considera un “error cognitivo”.
La categorización cognitiva de la sociedad, es decir la agrupación de personas y su simplificación individual, ha sido factor común en los regímenes totalitarios y autoritarios que basan su poder en la discriminación y el apartheid.
Cuando dices que después de ver Caracas, ciudad de despedidas decimos “¡No soy así, no soy así! Yo no soy como ellos” pero que en realidad “sí, sí lo somos”, caes en la trampa de la categorización cognitiva. Estás reduciendo y apartando las diferencias que lógicamente deben existir entre las personas individuales de una sociedad viva, y las estás agrupando (metiéndolas a todas en el mismo saco) incluso en contra de lo que ellas mismas dicen.
Yo creo que, como bien dices, hay mucho hipócrita que aprovecha los errores de los demás para ocultar los propios (el caso que pones de Alicia Machado, por ejemplo), pero eso no debe llevarnos a simplificar en extremo las diferencias que existen y que, por el bien de todos nosotros, deben existir.
Termino diciendo que el malestar que despertó el video en mí, se debió en gran medida a la banalización de un tema tan doloroso como lo es que muchos venezolanos sientan la necesidad de irse del país. Ese es un tema importante, doloroso, muy grave, que arranca lágrimas de muchas familias, es algo traumático… y no un simple proceso de “doblar a Caracas como a un origami” y “llenarla de gente bonita como en un Polly Pocket”.
Por último, hice, igual que tú, una entrada en mi blog al respecto, ojalá puedas verla y conversamos: http://juliolmarquezr.blogspot.com/2012/05/sobre-caracas-ciudad-de-despedidas.html
PD: ¡Qué bueno que por fin abriste el blog!... Estoy seguro que será un éxito si lo mantienes vivo. Escribes muy bien.
Comienzo con un proverbio Árabe: “ Luego que has soltado la palabra, ésta te domina. Pero mientras no la has soltado, eres su dominador”. Dirigido al documental
ResponderEliminarLeí la publicación de tu blog, yo he criticado de forma objetiva el Infame Documental y tienes razón en lo que dices, también es cierto que esta generación ha disfrutado mucho menos de la ciudad que en mi época. Tienes razón en que a veces sea un bando o el otro (gracias a la situación que ha promovido la política), existe ese odio entre ambos, el que tiene por el que no y el que no tiene por el que tiene. Lo que me molestó , aunque sutil en algunos, es la forma despectiva en que se expresaron de un país que les duela o no, es el suyo.
Aparto el aspecto patriótico y me concentro en los comentarios de desprecio, comentarios que tal vez haces en conversaciones casuales con amigos y conocidos,(aunque dudo que uno diga asco o grima por ser venezolano) pero de ahí a publicarlo, de verdad crees que sólo lo iba a ver una minoría. Era imposible calcular el impacto de dicho corto al exponerlo en las redes sociales, de verdad no puedo creer que exista tanta ingenuidad en un trabajo como ese, inexperto sí, pero la intención fue clara sólo que el resultado no fue el esperado.
Yo considero que todas las burlas se las han ganado con mérito, porque incluso pensando en que sólo quieres mostrar la minoría que pertenece a tu entorno, no buscas sólo los comentarios tan vacios de amigos.
Para mi, tienes un punto clave con lo del escondite; a nadie le gusta quedar mal en sociedad, todos quieren pasar promedio y no hacer el ridículo o ser el extraño (conformidad social) y somos capaces de mentir (quizás todo empezó al negar tres veces a Cristo para sobrevivir) y de escondernos, así como una persona que se considere antichavista puede guardar su opinión en una reunión donde la mayoría estime el oficialismo, un sifrino puede insultar a los chamos y chamas del video o decir "qué bolas tienen" aunque piense lo mismo. Pero Julio Márquez, en su comentario, tiene razón, estás metiendo a todo el mundo en el mismo saco sólo porque te sentiste identificado ¿estás diciendo que una cantidad inmensa de gente que identifica esos problemas como problemas de Caracas e incluso de Venezuela los piensa de la misma forma? Cuando dices "Pero yo digo: sí, sí lo somos. Lo que pasa es que no lo diríamos de esa forma." Si somos lo que decimos (el argumento de tu blog) y no diríamos lo mismo que los y las protagonistas de CCDD, entonces: no, no lo somos.
ResponderEliminarA mi me pareció a primera vista un falso documental, porque creía que después de 13 años de un discurso pro-comunidades, estas personas podrían salirse un poco de su ego, no sé cuantos años tienen y sé que la adolescencia venezolana puede llegar hasta los 33 años, quizás más, pero eso lo ponía en generaciones como la de Rafael Cadavieco. Lo que quiero decir, a mi me pareció surreal el montaje, me parecía actuado y sobre-actuado, no porque no conozca sifrinismo, sino porque no creí que pudieras dejar que un prejuicio llegara a consumirte por completo. ¿Que la delincuencia es una de las principales razones por la cual las personas se van de Caracas? No es sorpresa para nadie todo el mal que nos hicimos, y sí hay muchas personas que quieren irse por esa razón y el problema está en que querer irse por esa razón y ver la frivolidad en pasta decir que es la misma razón para irse (y la única porque quizás no piensan en el crecimiento que pueden tener afuera y quizás sin delincuencia ni pensarían ir a formarse a otros lugares, sin tomar en cuenta que no es sólo irse del país sino encaminarse a un objetivo de mil cosas que Caracas no ofrece, más allá de caminar en calma después de la rumba que es totalmente cierto y totalmente argumentable, no por delincuencia sino porque el sistema de transporte público funciona hasta las 9 p.m. ahora sí quizás por la delincuencia), ese hecho los hace sentir igual de superficiales, y esa mimetización que ellos hacen que tú también haces es el mismo error de la categorización cognitiva.
¿Qué es ser sifrino? Estaría bueno definirlo de (continúa)
¿Qué es ser sifrino? Estaría bueno definirlo de manera científica, porque para mi es una cuestión netamente expresiva (no de contenido) porque me puedes explicar lo que es el Dasein diciendo sabes y o sea cada vez que te dé la gana, si me lo explicas no hace que dejes de ser sifrino. Sifrino no es una manera de pensar, es una manera de actuar, si fuera una manera de pensar y si fuera ESA manera específica del documental, pues toda Caracas es sifrina, y preguntale a los pobres, no seas tan cerrado, ellos también tienen algo que decir: en un trabajo que hice en una comunidad de Petare, en el casco colonial, hablaban de la migración que tenían que hacer de Caracas al interior del país porque sino los mataban (hablaban de vecinos, de hijos, de familiares, etc.) y estas personas también hubieran querido que Caracas fuera un polly pocket y sacudirlo, ¿son sifrinos? Para mi no, para mi es el pensamiento mágico venezolano, para mi es lo mismo que los abuelos diciendo que todo era mejor cuando Pérez Jimenez, Berger y Luckmann explican muy bien que tanta libertad nos vuelve locos y que añoramos como raza el confort de la opresión, los caraqueños tenemos un pensamiento mágico, los alemanes eran más contundentes, quizás si Chávez fuera Alemán no se habría postergado 13 años una guerra civil que se brota de poquito a poquito en motorizados vs. carros o entre malandros vs. ciudadanos, etc. Pero ese pensamiento mágico no los hace sifrinos, de hecho es el mismo pensamiento mágico que hace que las personas que se identifican con el video y se sienten mal digan "que se vayan y que no vuelvan nunca para que jodan otro país y no este" porque sencillamente no sabemos lidiar con las cosas, esperamos la resolución, esperamos el petróleo, esperamos el mesías, esperamos a Godot.
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