lunes, 14 de diciembre de 2020

Fin de un ciclo

   Este capítulo salió publicado el lunes 19 de octubre de 2020 por mi podcast Perípatos y en él continúo la cobertura sobre las elecciones presidenciales americanas, al tiempo que me valdré de ello para ir explicando poco a poco la historia, las características y las instituciones del sistema político de los Estados Unidos.

   ¡Jei, jei, jei! Bienvenidos a Perípatos, el podcast desaparecido…

   Pues sí, me perdí por un tiempo debido a que decidí tomarme un merecido descanso, sólo que en un principio lo había estipulado para una semana y terminaron siendo tres, jeje…

   La verdad también es que, no sólo estaba sinceramente agotado, sino que no quise seguir hablando de las elecciones proque, a ciencia cierta, ya no había nada nuevo que explicar ni analizar una vez que el sábado 7 de noviembre, Pennsylvania, Georgia y Arizona concluyeron sus recuentos y dieron ganador a Biden. Los únicos que creían que la elección no estaba cerrada eran Trump y sus acólitos más fanáticos y enajenados de la realidad.

2.- Aclaratoria

   Más de uno entre quienes oyen se preguntarán cómo es posible que yo afirme que no hubo más noticias electorales, si Trump lleva semanas alegando fraude e intentando todo tipo de demandas judiciales para anular millones de votos y revertir el resultado.

   ¡Pues no! Eso no eran noticias, era un circo absurdo donde la parte supuestamente agravada nunca mostró pruebas, ni evidencias o tan siquiera un argumento sólido que pudiera dar pie a una consideración, por más tenue que fuera… ¡Nada!

   Quizá alguien me dirá “oye ¿cómo que no? Si yo vi un video de YouTube donde mostraban el fraude…” Pues bien, yo también les puedo mostrar videos de YouTube que “demuestran” que la Tierra es plana o la existencia de fantasmas, así que no, lo siento, no había pruebas de nada.

   Pero en todo caso, supongamos que las evidencias eran tan obvias que un simple YouTuber podría acumularlas, pues entonces debió contactar al comando de Trump y asesorar a Rudolph Giuliani, para ver si entonces el ex alcalde y abogado estrella hacía algo más que el ridículo una y otra vez en televisión.

   Lamentablemente, entre los obsesos con todas estas teorías de la conspiración se encontraban y aún encuentran muchos venezolanos, algunos de ellos amigos o conocidos entrañables, gente a la que trato desde hace años, que aprecio y respeto. A estos allegados, no importaba cuántas veces les explicara que no había ninguna evidencia de fraude y que todo había sido tan limpio y transparente como se puede, seguían con su empeño, en una clara demostración de que no me consideraban una fuente confiable.

   Cuando uno se enfrenta con gente que “sólo quiere creer”, como decía el lema de la serie televisiva de los ‘90s The X-files, la frustración es tan grande, que en vez de sentirme orgulloso por haber pegado el resultado con enorme exactitud o que mis explicaciones a profundidad merecieran loas de muchos colegas, lo que experimenté fue una enorme tristeza.

3.- El legado

   El día de hoy, 14 de diciembre, se reunieron por fin los electores en las capitales de sus respectivos estados para emitir sus votos. Es decir, hoy terminó por fin la elección. Nunca este proceso, que no pasaba de ser una mera formalidad, había atraído tanta atención mediática.

   Esto debido a que, hace semanas, Trump aseguró que reconocería el triunfo de Biden sí -y sólo sí- el Colegio Electoral lo elegía (algo nunca visto en la historia republicana del país, por cierto).

   Pues bien, ya la condición se cumplió, pero yo dudo mucho que el Presidente reconozca su derrota, arrastrando con ello al país a una triste espiral de deslegitimación político-institucional que puede tener nefastas consecuencias en el futuro cercano.

   La primera de dichas consecuencias ya está ocurriendo: montones de republicanos que se lanzaron a cargos públicos, no sólo se niegan a reconocer a Biden, sino que noreconocen sus propias derrotas en elecciones particulares, alegando, todos, ser víctimas de sistemas electorales injustos. Curiosamente, ni un solo demócrata ha alegado fraude, y eso que perdieron varios candidatos a quienes todas las encuestas daban como ganadores.

   Por supuesto, este grado de negación de la realidad no puede ser atribuido únicamente al Presidente Trump. Primero que nada porque, si bien este fenómenos es inédito, momentos de tensión equivalentes han sido la norma a todo lo largo de los 244 años de vida republicana de los EE.UU., por lo que yo confío que, en el largo plazo e incluso en el mediano, las asperezas se limarán y el stablishment americano buscará reconstruir la confianza en sus instituciones, como lo ha hecho tantas otras veces en el pasado.

   Y por stablishment o status quo no me refiero solamente a los políticos en cargos electos. Me refiero a toda la élite del país: la cultural, académica, económica, religiosa y hasta la deportiva.

   En el corto plazo, sin embargo, temo que los siguientes dos años serán de una confrontación política constante, con crispaciones de todo tipo, sobre todo si los republicanos logran controlar su mayoría en el Senado al ganar en las segundas vueltas de Georgia, el próximo cinco de enero. De ocurrir esto, serán dos años de insufrible estancamiento que sólo solidificará la idea de que la política es mala y no hace nada por resolver los problemas… Lástima, porque nada más alejado de la verdad: la política sí resuelve, y mucho, pero sólo cuando se cree en ella.

4.- Cierre y plan para los nuevos capítulos

   Si escucharon mi capítulo anterior, el #36, notarán que este parece una repetición. De hecho, ese fue uno de los factores que me paralizó durante estas tres semanas de inactividad: ¿qué decir que no sea lo que ya dije?

   De hoy al próximo 20 de enero haré un capítulo sobre qué esperar de Joe Biden y su presidencia, haciendo especial hincapié en el tema venezolano, porque sé que muchos temen que el cambio de administración implique la suavización de las presiones diplomáticas y fiscales sobre el chavismo, reafirmándose en el poder.

   También haré un capítulo -o serie de capítulos- sobre la que era la promesa más grande del candidato demócrata: una reforma profunda del sistema de salud pública, comúnmente conocido como “Obamacare”.

   Pero entre hoy y entonces, retomaré los capítulos sobre películas, empezando la semana que viene con una lista de grandes documentales del siglo XXI. También quiero hacer varias entrevistas con expertos en diferentes áreas, empezando por una conversación con el socio, Guillermo Garrido, para actualizarnos sobre la pandemia luego de 9 meses, sobre todo ahora que ya tenemos vacunas.

   Así que esto ha sido todo por hoy, y esto ha sido también todo sobre las elecciones presidenciales americanas. Les recuerdo que si han disfrutado el podcast, pueden ayudarme de dos formas: recomendándolo y siendo mecenas a través de Patreon. El enlace lo tienen en la caja de diálogo de la aplicación en donde están oyendo esto o simplemente escribiendo www.patreon.com/peripatos.

   También pueden escribirme a mis redes sociales buscándome por @eco23 en Twitter y Facebook o @s.cova en Instagram. Denle “me gusta”, síganme o lo que corresponda… ¡Hasta la próxima semana!

No hay comentarios:

Publicar un comentario