Esa es la frase
que mejor se me ocurre para describir la sensación general que me dejó la
tercera y última entrega de la saga de Batman, hecha por quien ya puedo, con
toda propiedad, llamar mi director favorito de estas primeras décadas del siglo
XXI: Christopher Nolan.
Y es que la
expectativa era muy grande, demasiado grande luego de la suprema calidad que
Nolan mismo había fijado con sus dos entregas anteriores, las cuales habían
alcanzado la suprema gloria de hacer unas entretenidas películas de acción que
a la vez fueran inteligentes y cultas; y no sólo por sus tramas y eventos in-fiction (es
decir, siendo consecuentes con su propias reglas, esto es: siendo verosímiles),
sino por la manera tan genial con que logró Nolan y su equipo mostrarnos un Batman
que nos pareciera real, que lograra hacernos olvidar que es un personaje de la
era dorada del comic americano y que más bien podrían ser
dramatizaciones de hechos reales o simulaciones de eventos altamente probables.
The Dark
Knight Rises es, por el contrario, "el regreso al material
original" o, lo que es lo mismo, la más cercana al comic de
donde salieron todos estos personajes originalmente. Es quizá por eso que
pareciera tener algo de "inferior" a sus predecesoras, que fueron
progresivamente distanciándose cada vez más y más del comic para
terminar siendo unos dramas policiaco-terroristas con sólo lejanas
reminiescencias a las tiras impresas. En cambio, en ésta reencontramos las
usuales máquinas destructoras, los planes imposibles, los líderes ambiciosos
que tanto caracterizan al género y que, cuando no han sido bien hechos, lo han
terminado rayando.
Sin embargo,
ojo con esto, porque Nolan se aproxima de lleno al comic "a
lo Nolan", es decir, con una puesta en escena impecable y con esa insistencia
en querer mostrarlo todo lo más verosímil y realista que le sea posible, al
punto que cada una de las escenas y subtramas, vistas por separado, son
películas por si mismas, historias que bien podrían haber formado parte de las
dos entregas anteriores o haber sido, per se, la sola historia de
esta 2° secuela. En cambio, están todas mezcladas en una misma película que
pretendió fusionarlas de una manera tal que termina dejando el extraño sabor de
boca de que el esfuerzo fue sincero y honesto, pero al resultado le faltó un
ingrediente. Y ese ingrediente quizá fue la mezcla en si misma. La película
quizá -QUIZÁ- adolece de lo mismo que han adolecido muchos cierres de trilogías
en los últimos años: poner juntas muchas historias dejadas para ser contadas en
el capítulo final. O quizá sea más bien que el error radique en querer contar
la historia de personaje que tienen de 50 a 70 años de existencia en tan sólo 3
películas, sabiendo que el largo legado de una serie como Batman da para 10
largometrajes y 2 series de televisión (o más), por lo que, a la hora de
cerrar, se dan cuenta que no cubrieron ni 25% del universo respectivo y quieren
meterlo todo al final, pegue bien o no.
Al cometer este
error, muchas películas terminan cometiendo otro como necesidad creada: el de
pretender que el espectador sea previamente un experto conocedor del material
original. Batman 3 no comete ese error pero sí comete otro similar: de las 3
películas, es la más cargada en referencias a los capítulos previos de la saga,
lo cual no es necesariamente un defecto, pero definitivamente la hace menos
fuerte por si misma, debido a que es la menos autocontenida, la más dependiente
a las otras porque su historia está más conectada a los eventos ocurridos en
las otras dos, al punto que me temo que no podrá ser disfrutada por quienes no
vieron parte 1 y parte 2 (fenómeno que, dicho sea de paso, no le pasa a la 2°,
que fue disfrutada por mucha gente que ni se había enterado de la existencia de
la 1°).
Pero no se me
entienda mal: The Dark Knight Rises es lo suficientemente
buena como para ir sin dudar a pagar el precio de entrada al cine y disfrutar
de un buen capítulo final-de-serie, con una trama explosiva (literalmente),
unos dramas personales bastante conmovedores y unos personajes lo
suficientemente bien desarrollados. Cada uno de estos componentes los vamos a
recordar con especial admiración y gran aprecio, así sepamos que cada uno de
ellos no necesariamente cuadra siempre muy bien con los demás. No importa: lo
mismo pasa con los comics que lo inspiraron y en eso, quizá,
sea esta película el mejor tributo posible "al material original".
Mi voto IMDb:
8/10.
(para
referencias: Batman Begins me vale 9/10
y The Dark Knight 10/10).
*Publicado por primera vez en mi Facebook, el 28 de junio del '12
NOTA EDITORIAL: desde julio para acá (enero 2013), mis ánimos han cambiado y a esta película ahora le doy 7 sobre 10.
NOTA EDITORIAL: desde julio para acá (enero 2013), mis ánimos han cambiado y a esta película ahora le doy 7 sobre 10.
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